Hola hermana,
y bienvenida de regreso a este espacio sagrado donde cada viernes te estaremos brindando contenido de valor y no sabes lo feliz que estoy de tenerte aquí y que puedas acceder a esta información tan valiosa..
Esta semana te traigo un tema que tiene mucho valor para mí y que incluso me hace sentir un poco vulnerable.
Hace días estaba recordando la primera mitad de mis veintes y del momento en que empecé a escuchar sobre el empoderamiento femenino y la importancia de la reclamación sexual de la mujer. Se hablaba de libertad sexual, pero esta libertad parecía más una imitación de comportamientos de otros, lo cual terminó jugándo en contra a la mayoría de las mujeres.
Escuché historias de mujeres que, en su intento de reclamar su sexualidad, terminaban acostándose con cualquiera, fingiendo orgasmos o teniendo uno orgasmo corto, vacío y apresurado. Y yo era una de ellas. En esa búsqueda de reclamar mi sexualidad, terminé usando mi cuerpo y el de los demás y cerrando mi corazón para que nadie pudiera lastimarme en el proceso de este libertinaje.
Te cuento esto porque en ese momento lo que me enseñaron fué que mi reclamación del poder de la sexualidad tenía que ver con un enfoque más pornográfico al sexo. Hasta que me di cuenta de que realmente eso no me llenaba. Y así fué que descubrí mi primer vibrador. En ese momento, parecía una solución perfecta. Ya que el vibrador no era una persona, no tenía que lidiar con ese sentimiento de usar o ser usada, de riesgos y con el miedo a la intimidad que solía tener en ese momento.
La verdad es que el vibrador era la mejor opción para evitar todo eso.
Y poco a poco me empecé a dar cuenta de cómo cada vez necesitaba más intensidad. Había una cierta desesperación por alcanzar el orgasmo y ya había empezado a ser una adicción. Agarraba mi vibrador 2 o 3 veces al día y, sobre todo, no podía dormirme sin haberme masturbado.
La facilidad y rapidez con la que podía alcanzar el orgasmo con el vibrador me hicieron dependiente de él.
La siguiente vez que conecté con alguien después de varios meses de uso de vibrador, noté cómo mi desesperación se reflejó en querer que el hombre con el que estaba se volviera una máquina vibradora. Creo que él se sintió tan presionado por mi exasperación que terminó pasándola muy mal, con la lengua acalambrada y de mal humor porque no lo había disfrutado para nada, intentando ir tan rápido como yo le pedía. Y al final del día, yo no había tenido ese orgasmo que tanto estaba buscando. La desconexión de mi cuerpo, más la desesperación por el orgasmo y que lo único que importara era llegar al orgasmo, hicieron la experiencia horrible para ambos.
Esa experiencia me hizo reflexionar sobre el verdadero significado de la intimidad y el placer. Me di cuenta que no quería que mis experiencias sexuales fueran con esa sensación de apuro, de querer alcanzar algo y ya y que, por la mayoría era de lo que me quejaba constantemente de los hombres con los que conectaba.
Desde entonces, como bien sabes, he explorado formas más conscientes y sagradas de auto placer y conexión íntima y mi potencial orgásmico ha crecido tanto que ahora puedo disfrutar de la sexualidad con o sin orgasmos…y así quitando el foco del orgasmos, empecé a tenerlos de hasta 20 minutos!!
Te cuento esa historia para abrirnos al por qué en yoni samsara no promovemos el uso de vibradores.
Así que vamos adentrarnos en las seis razones por las cual deberías de dejar de lado tu vibrador
1. Limita tu potencial orgásmico
Cómo ya dijimos el uso de un vibrador es que generalmente se utiliza como una descarga de placer y dopamina inmediata.
Digamos que los vibradores son como una comida rápida de microondas; y tú mi reina, te mereces el restaurante cinco estrellas con la comida más exquisita que exista.
¿Por qué digo que el vibrador es como una comida rápida? Porque generalmente lo utilizamos de una manera muy mecánica: lo sacamos del cajón, lo posicionamos directamente en el clítoris, lo activamos hasta llegar a un orgasmo rápido y vacío, y luego nos quedamos dormidas. Esta es la experiencia de muchas mujeres.
¿Qué sucede cuando haces eso continuamente? Tu cuerpo se acostumbra a pequeñas satisfacciones rápidas que duran muy poco tiempo y te dejan sintiéndote mal después, como una hamburguesa de McDonald's.
Además, cuando usas un vibrador y solo te enfocas en tu clítoris, estás dejando de lado todas las demás partes de tu cuerpo que pueden proporcionar orgasmos increíbles y una cantidad de placer inimaginable.
El verdadero empoderamiento sexual de la mujer va con descubrirte y abrirte a conectar con todo ese potencial orgásmico que tu cuerpo puede regalarte.
Te invito la próxima vez que decidas tener un momento de conexión contigo misma y masturbarte, a ir más despacio. Toma el tiempo de acariciar todo tu cuerpo, tener un momento de real conexión contigo misma, en vez de solo enfocarte en alcanzar ese orgasmo rápido para irte a dormir.
Quédate atenta a este blog porque en las próximas semanas te iré contando de varias formas y rituales que puedes implementar en tu vida para tus prácticas de auto placer.
2. Desensibilización
De la mano con lo que acabamos de decir, está lo que te compartí al principio de este artículo: el hecho de que con la vibración, la piel y las terminaciones nerviosas se desensibilizan. Esto, en vez de darte más placer, te da menos y menos cada vez. Además, como la mayoría de los vibradores se enfocan solamente en el clítoris o la primera parte de la vagina, nunca estimulas todas las demás jugosas partes de tu ser sexual, como por ejemplo tus pechos, tus pezones, tu cérvix, tu vulva y todas las zonas erógenas que existen en tu cuerpo.
La vibración intensa y repetitiva puede hacer que las terminaciones nerviosas se vuelvan menos sensibles con el tiempo. Esto significa que necesitarás una estimulación cada vez más fuerte para alcanzar el mismo nivel de placer, lo que puede llevar a un círculo vicioso de insatisfacción y frustración.
3. Arruina tu vida en pareja
El uso constante de vibradores, ya sea sola o en pareja, lleva a una complejidad en la relación con otra persona que puede causar muchas fricciones y tensiones con compañeros sexuales o parejas. Vamos a ver por qué.
Vamos a asumir, y sé que no es el caso de todas las mujeres, pero sí de la mayoría, que el hecho de que estés usando tan frecuentemente un juguete vibrador significa que no conoces en profundidad tu cuerpo. Se recurre constantemente al uso de vibradores porque probablemente no has descubierto la forma sagrada de los rituales de auto placer y, por tanto, no has descubierto tu cuerpo en su totalidad.
Si tú no conoces tu cuerpo, ¿cómo va otra persona a conocerlo y a saber cómo tocarlo si ni siquiera tú sabes cómo? Además, como te compartía al principio, eso genera expectativas imposibles para nuestros compañeros sexuales, porque ninguna lengua y ningún pene puede llegar ese nivel de intensidad de vibración. Por lo tanto, si solo te acostumbras a alcanzar el orgasmo a través de esa intensidad, va a ser muy difícil que un compañero o compañera sexual te pueda satisfacer.
La presión para alcanzar el mismo nivel de estimulación que proporciona un vibrador puede generar estrés y ansiedad en tu pareja, afectando negativamente la intimidad y la conexión emocional. Es fundamental recordar que el sexo es una experiencia que va más allá del orgasmo, y la conexión emocional y física con tu pareja o contigo misma y estar presente en el momento es esencial para una vida sexual saludable y satisfactoria.
4. Pierdes los beneficios del orgasmo
En uno de los artículos anteriores, hablamos mucho y en profundidad de los BENEFICIOS DEL ORGASMO, (si te lo perdiste, haz click en el título para ver ese post). Allí te explico todos las químicos y hormonas que se liberan gracias al orgasmo y no solo el orgasmo, sino todo el viaje hasta llegar a él. Con los vibradores te pierdes toda la parte del calentamiento y del juego previo, de los toques, de la suavidad y de la excitación. Seamos honestas, no necesitas estar realmente excitada para tener un orgasmo de clítoris con un vibrador, cierto? Y así te pierdes de todos esos químicos que se liberan a través de la subida de la excitación.
El proceso de excitación es crucial para una experiencia sexual completa y satisfactoria. Durante este tiempo, tu cuerpo produce hormonas como la oxitocina y la serotonina, que promueven sentimientos de felicidad, conexión y bienestar. Al saltarte este proceso con el uso de vibradores, te privas de estos beneficios emocionales y físicos.
5. Materiales inadecuados para tu yoni
Los materiales que se utilizan en los vibradores que solemos encontrar en las tiendas no son seguros para tu salud íntima femenina. Nuestro yoni es extremadamente delicado y su equilibrio de pH es muy frágil. Por eso, no cualquier juguete debería entrar en tu templo sagrado. Tu yoni se merece lo mejor, tú te mereces lo mejor.
Muchos vibradores están hechos de plásticos y otros materiales sintéticos que pueden liberar sustancias químicas perjudiciales, como ftalatos y BPA. Estas toxinas pueden alterar el equilibrio del pH de tu yoni, provocando irritaciones, infecciones y otros problemas de salud a largo plazo. Si investigas un poquito más, podrás encontrar varios estudios en internet que indican que los materiales utilizados para los juguetes sexuales pueden contener toxinas que tienen un impacto importante en tu salud íntima a largo plazo.
6. Tu práctica de auto placer es tu puerta de conexión con lo divino
Cuando comprendes que tu sexualidad y tu relación con tu cuerpo son una conexión directa con lo divino – ya sea Dios, el universo, el gran espíritu o como tú prefieras llamarlo – empiezas a ver tu práctica de auto placer bajo una luz completamente nueva. Este momento sagrado es una oportunidad para honrar y celebrar tu ser más profundo.
No importa si decides hacerlo una vez al día, una vez a la semana o una vez al mes, lo importante es que lo hagas con la intención de explorar y reconocer el potencial sagrado de este acto. Al tomar este tiempo para ti, te permites direccionar tu energía sexual y creadora hacia la manifestación de tus deseos más profundos y auténticos.
Cuando entiendes esto, no querrás que tu práctica de auto placer dure solo unos minutos. Querrás expandirlo lo máximo posible para verdaderamente disfrutar y aprovechar de este momento sagrado. Aprenderás que la conexión con tu cuerpo y este acto de auto placer pueden ser una de las formas más profundas de meditación y conexión con tu ser superior que existen.
¿Y ahora qué?
Aquí quiero dejarte alternativas que son dignas de la diosa que eres. Nuestras varas de placer están hechas con materiales 100% naturales, trabajados a mano. Cada una de ellas es una obra de arte única en el mundo, ya que son talladas a mano y, además, están diseñadas para regresarte a casa, para devolverte la sensibilidad en tu templo sagrado y para que puedas expandir tu potencial orgásmico y llegar a tener orgasmos de minutos y hasta horas.
Si recién estás empezando en tu viaje y quieres dejar tu vibrador e inspirarte en el arte del auto placer, no hay mejor compañera que nuestra VARA RECTA DE CUARZO ROSA.
La vara recta es ideal para volver a despertar las sensaciones dentro de nuestra vagina, para poder masajear y reactivar ese tejido que puede haber sido dañado por el uso de vibradores. Es perfecta para prácticas de descontracturación vaginal y para activar nuestro suelo pélvico.
Además, el cuarzo rosa es un expansor de amor propio, sensualidad y feminidad, lo que lo hace la compañera ideal para empezar a proporcionarnos amor de una forma diferente, más profunda, sagrada y ritualística.
AQUÍ puedes encontrar la vara de placer recta de cuarzo rosa con todos sus beneficios y cualidades. Además, por ser lectora de este blog, quiero regalarte un descuento del 20% sobre nuestra vara de cuarzo rosa.
Usa el código SAGRADO20 al realizar tu compra para recibir tu descuento.
Descuento valido del 31.05 al 07.06 de 2024
Hasta el próximo viernes hermana, gracias por estar aquí!
Comentarios (0)
Regresar a El Blog de Yoni Samsara